Es la pregunta que circula entre las personas en la zona del municipio de Santa María Zacatepec, como en el resto del país. Debido a la relativa cercanía entre el volcán Popocatépetl y el socavón ha surgido la hipótesis que estos se encuentran conectados. Sin embargo su relación no es tan directa como podríamos pensar.
El pasado 21 de junio, el doctor Carlos Valdés Gonzáles, antiguo director del Centro Nacional para la Prevención de Desastres, explicó a través de una entrevista las causas y posible relación entre el volcán Popocatépetl y el socavón de Puebla. La respuesta a esta relación confirma que sí existe una conexión, aunque no directamente con la actividad del coloso. En poco más de 1 hora, el investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM explicó los procesos que forman estas cavidades, al igual de las posibles consecuencias en la infraestructura cercana.
La relación entre el volcán y el socavón se encuentra en que este se formó en un suelo constituido por cenizas arrojadas por el Popocatépetl a lo largo de miles de años de actividad. El punto donde se encuentra el famoso socavón dista unos 29 kilómetros al noreste del cráter del volcán. Una distancia bastante larga para relacionarlo directamente con este debido a que los procesos magmáticos se encuentran ubicados por debajo del edificio volcánico y a una profundidad mayor a 10 kilómetros.
Sin embargo, se hizo énfasis que otros procesos naturales y antrópicos pueden explicar la formación de estos fenómenos.
La formación de los socavones en zonas volcánicas.
Existen varias maneras de explicar la formación de estas estructuras, y todas dependen de la naturaleza del lugar donde se encuentran. Los también llamados «cenotes o sinkholes» se forman por la disolución de rocas calizas a causa del agua que se infiltra en el subsuelo. Estos son comunes en regiones como la península de Yucatán, o regiones donde abundan estas rocas marinas. Pero esto no explica su formación en esta zona del estado de Puebla. Estudios geofísicos demostraron que las rocas calizas se encuentra a más de 1 kilómetro de profundidad, por lo que esta teoría se descarta por completo.
Otro factor que influye en su formación es la disolución de la parte blanda de los suelos, como arcillas, limos y cenizas volcánicas. Ya sea por la presencia de lluvias torrenciales o corrientes subterráneas de agua que forman cavidades que a lo largo del tiempo terminan colapsando. Como ya se mencionó, estos suelos están dominados por cenizas volcánicas, que son fácilmente erosionadas por el agua . 500 metros al sur, se encuentra el río Actípan, una zona con un aporte de flujos de agua subterránea que alcanza los 10 metros en esta zona.
La presencia de corrientes subterráneas de agua con suelos poco consolidados, explican de mejor forma la formación del socavón poblano. Aunque estos fenómenos tienen orígenes naturales, es conocido que acciones antropogénicas pueden aumentar su incidencia de aparición y tamaño.
Factores humanos que influyen en la formación de socavones.
En los últimos años, noticias alrededor del mundo hacen hincapié a estas depresiones en zonas urbanas. Ejemplo de ellos fue el enorme socavón formado en Ciudad de Guatemala en el año 2010. La influencia de las lluvias torrenciales causadas por la tormenta tropical Agatha y la saturación del sistema de drenaje aceleraron un proceso que ya se venía formando. Esto también se puede aplicar en el caso de Puebla. Aunque no existe una infraestructura de drenaje en la zona, se sabe que la ya famosa casa ahora ya colapsada, tenía un pozo de extracción de agua. Probablemente, esto aumentó la tasa de desgaste de una cavidad natural ya formada previo a la llegada de sus habitantes, que junto a las corrientes de agua subterránea aumentaron la velocidad de erosión hasta que finalmente la superficie cedió.
Otras teorías relacionadas a la actividad humanas han surgido a lo largo de los días. Una de ellas responsabiliza a una empresa embotelladora de agua que se encuentra a 3 kilómetros de la zona. Bien es sabido que la extracción masiva de agua produce hundimientos en el suelo, la diferencia entre el acuífero superficial y el profundo, este último de donde se toma el agua, no explica del todo la participación humana. Sí bien es necesario investigar la responsabilidad de este tipo de empresas, a primera instancia no existe relación directa.
Los socavones son fenómenos complejos y tan puntuales que estudiarlos a detalle es una tarea bastante complicada. La mezcla de factores naturales, como las fuertes lluvias de los últimos días, junto a factores antrópicos incidieron en su tamaño, y no necesariamente existe relación alguna entre el Popocatépetl y el socavón.
No se esperan cambios asociados entre el Popocatépetl y el socavón.
Entre los vecinos se ha hablado que a partir de la aparición del socavón, ha aumentado la actividad del volcán. También se ha mencionado que hubo una disminución en el suministro de agua potable en la comunidad, e incluso un aumento en la sismicidad local. Fenómenos como los sismos pueden cambiar el patrón de la geometría de los acuíferos. Esta relación no es valida en sentido inverso, es decir, el comportamiento del agua subterránea no influye en fenómenos geológicos como temblores o actividad volcánica, principalmente por las profundidades a las que estos se presentan.
Aunque no se han hecho estudios geoquímicos en el agua dentro del socavón, en los alrededores del volcán Popocatépetl han realizado muestreo de aguas en manantiales para medir la concentración de elementos como el boro, indicador clave cuando se tiene un aumento en la actividad volcánica. Hasta ahora las concentraciones de este elemento se ha mantenido en niveles dentro de la norma.
Factores como la morfología de los suelos, las precipitaciones de la temporada y la influencia de las actividades humanas, determinaran cuánto más crecerá el socavón que hasta ahora alcanza 126 metros. Mientras el suelo se encuentre saturado en agua, y existan vibraciones en la superficie que acentúen las grietas en los bordes, este seguirá creciendo. Hasta ahora no hay riesgo para otras zonas habitadas, aunque se ha pedido a los curiosos que no se acerquen por el riesgo que esto representa. Sin embargo, la noticia ha llegado al punto que hoy es un atractivo «turístico».
¿Cuál será el destino del socavón poblano?
El futuro de la zona dependerá de las autoridades locales y los dueños de los predios afectados. Este podría rellenarse y volver a ser un área de cultivo. Se habla incluso de una zona turística o un centro de interpretación geológica para este tipo de fenómenos. Lo que es seguro es que la vida de los pobladores de Santa María Zacatepec ahora estará influenciada por la incertidumbre de nuevas depresiones de este tipo.
El costo de las acciones de mitigación tendrán que correr por parte de las autoridades estatales, así como las indemnizaciones para la familia afectada. Aunque esto es un nuevo tema en la historia que comenzó el 29 de mayo de 2021, hoy tenemos claro que no esperamos algún tipo de actividad volcánica o sísmica del Popocatépetl y el socavón poblano.
Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas. A.C.
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